¿Por qué mis amigos hacen la misma cantidad de ejercicio que yo, y sin embargo no consigo los mismos resultados que ellos? ¿Invierto muchas horas en el gimnasio y mis músculos apenas han crecido? ¿Sigo dietas al pie de la letra, y aún no alcanzo el peso que me gustaría?
Estas interrogantes pueden ser muy comunes entre las personas que tienen una vida deportiva activa y no encuentran resultados positivos en su cuerpo. Como reacción, caen en actividades que pueden terminar siendo perjudiciales para su salud, ya sea sufriendo lesiones o contrayendo alguna enfermedad. Sin embargo, la respuesta a todas las interrogantes mencionadas puede ser muy práctica y sencilla: el descanso.
La importancia del descanso
El sueño es un proceso fundamental para mantener un correcto estado de salud física y mental. Durante los entrenamientos sufrimos microroturas fibrilares como consecuencia del impacto del estrés físico. Dichas “microlesiones” son el primer punto para generar las adaptaciones inducidas por el ejercicio físico programado en busca de un cierto objetivo.
Mientras dormimos, se recuperan nuestros sistemas musculoesqueléticos y cardiovasculares, contribuyendo al rejuvenecimiento de los tejidos del organismo. Asimismo, durante el sueño se produce la secreción de determinadas hormonas que enfatizan el proceso de síntesis de proteínas, tales como la hormona del crecimiento, testosterona o melatonina.
Horas de sueño necesarias
Según la National Sleep Foundation, de Virginia,la cantidad de horas que cada uno debe descansar estará ligada a nuestra edad. De esta forma, los adolescentes que se encuentren entre los 14 y 17 años, deben dormir un promedio de 10 horas diarias. Por su parte, los adultos entre los 18 y 64 años se les recomienda descansar entre 7 y 9 horas diarias, aunque este rango podría extenderse entre las 6 y 10 horas. Finalmente, para los adultos mayores de 65 años, lo saludable es descansar entre 7 y 8 horas al día.
¿Cómo preparar el cuerpo para llegar en perfecto estado de relajación a la cama?
A continuación, te contaremos algunos tips que debes seguir para poder alcanzar un descanso reparador.
En primer lugar, hay que evitar hacer ejercicio hasta tres horas antes de ir a dormir, pues así impedimos que el organismo se active, ya que la actividad física aumenta la temperatura corporal e incrementa la energía.
Por otro lado, hay que cenar al menos dos horas antes de acostarse, pues esto nos permitirá descansar con la digestión ya realizada. Recordemos que es importante basar nuestra última comida en alimentos ricos en triptófano, como son los huevos, leche o nueces. Recomendamos acompañar sus dietas con nuestro ISO XT PROFESSIONAL, el cual les permitirá proteger la musculatura corporal, evitando pérdida de músculo y que el cuerpo utilice células proteicas musculares, impidiendo su desgaste.
Finalmente, debemos evitar el uso de móviles, tablets u otro dispositivo electrónico, ya que la luz que emiten informa erróneamente al cerebro que es de día, lo que retrasa, o incluso impide, la secreción de melatonina.
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