El sedentarismo es una de las grandes causas ya suficientemente demostradas de múltples enfermedades, obesidad, diabetes y de otras afecciones, especialmente cardíacas. Aún así, son muchas las personas que todavía no cambian ese estilo de vida por uno más activo, que los ponga en movimiento. Todos los seres vivos nacen y crecen para estar en movimiento y estar activos. Muchos estudios han demostrado que la vida sedentaria te acorta la vida y una vida activa la pueda alargar de forma significativa, y no solo eso, además permite tener una vida más saludable y placentera.
Te detallamos varias formas de hacer ejercicio durante el día que te ayudarán a abandonar el sedentarismo y te harán sentir mejor a la vez que mejoras tu forma física.
- Subir escaleras: vivir en un tercer piso sin ascensor, sufrir la “mala” suerte de que las escaleras mecánicas del metro no funcionen, o cola para esperar a los ascensores de la oficina. Al día subimos más escalones de los que pensamos, y es un ejercicio muy recomendable para trabajar la resistencia y la forma física, además de fortalecer los músculos de las piernas.
- Hacer la compra a pie: Si optamos por el modo europeo de hacer la compra (yendo a pie al supermercado, VS el modo americano de ir en coche-camión a un hipermercado en el que prácticamente vamos sobre ruedas hasta la caja), estaremos aportando un pequeño granito de arena para una rutina saludable. Llevar bolsas ejercita los brazos, agacharnos y ponernos de puntillas para alcanzar los productos de las baldas trabaja la flexión, e incluso esperar la cola tiene beneficios en nuestra postura.
- Pasear al perro (o al niño): Tener mascotas o hijos no solo nos auto-realiza, sino que nos ayuda a hacer ejercicio sin darnos cuenta. Los paseos diarios para sacar a nuestra mascota o empujar el carrito para que el bebé reciba aire fresco sirven para establecer una rutina de ejercicio diario.
- Dar vueltas al hablar por teléfono en vez de estar sentado: ese tic nervioso que muchos compartimos tiene una contrapartida positiva. Caminar en círculos mientras estamos al teléfono reduce el tiempo que permanecemos sentados y activa nuestra circulación.
Jugar: los padres aquí presentes no necesitarán mayor aclaración que esta. Y es que, sin importar el juego que sea (disfraces, construcciones, cocinitas, e incluso videojuegos), entretener a los niños es un quemador de calorías garantizado y un contenedor de todos los tipos de ejercicio imaginables: levantamiento de peso, sentadillas, y un largo etcétera.
- Aparcar lejos: dar vueltas y vueltas en busca de un sitio libre para dejar el coche, y finalmente tener que resignarnos a dejarlo a seis manzanas de nuestro destino es un escenario relativamente habitual y que deberíamos, a partir de ahora, tomarnos con buen humor. Caminar a paso ligero desde el coche hasta nuestro destino final ayuda a tonificar el cuerpo, quemar calorías y aumentar nuestros niveles de energía. Si no somos de los que dependemos del coche, bajarnos una o dos paradas antes del metro o el autobús tendrán el mismo efecto positivo.
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